La falta de oportunidades en el país de origen, la necesidad de mejorar un idioma, o simplemente las ganas de conocer mundo son los principales motivos por los que las personas deciden “liarse la manta a la cabeza” y buscar trabajo en el extranjero. Es en ese momento cuándo se nos plantea la principal duda: ¿DÓNDE?

 

¿Dónde trabajar en el extranjero?

 

Si vives en España, es posible que tu selección de destinos se encuentren dentro de la Unión Europea. La supresión de barreras fronterizas, la moneda común, así como la estandarización de los títulos académicos universitarios son algunas de las ventajas que ofrece buscar trabajo en el extranjero dentro del “viejo continente”, sin embargo, antes de tomar cualquier decisión, vayamos paso a paso para tratar de seleccionar el mejor destino posible.

 

Lo primero que debemos analizar antes de tomar cualquier decisión relacionada con trabajar en el extranjero, son las cualidades profesionales que tenemos y las condiciones en las que efectuamos nuestro viaje. No es lo mismo irse sabiendo idiomas que tan solo “chapurreándolo”, como tampoco es igual dar el salto con unos ahorros en el bolsillo que con una hucha que haga eco. Es importantísimo que hagamos una lista con todas la ventajas y desventajas con las que contamos para evaluar los destinos que mejor se adapten a nuestras necesidades, eso sí, siempre te recomendamos elegir destinos próximos a tu país de origen para poder volver en algún medio de transporte barato (vuelo charter, tren o autobús) en caso de que la experiencia no salga cómo pensábamos.

 

También debemos redactar un perfil laboral y económico de cada país informándonos sobre el nivel de paro existente y los oficios más demandados. Esta lista debe ser comparada con la que hayamos elaborado sobre nuestra capacidades intelectuales para lograr encajar nuestro perfil en el mejor destino posible. No importa que publiciten que en Alemania, por ejemplo, hay grandes oportunidades laborales, como no sepamos inglés y algo de alemán, lo más probable es que con suerte terminemos trabajando en varios “mini Jobs” que nos permitan mal-pagar una habitación en un piso compartido.

 

¿Cómo buscar trabajo en el extranjero?

 

Antes que nada, redacta tu CV en el idioma de origen del país (y si añades una copia en inglés, mejor) al que tengas pensado emigrar. Junto a él, procura adjuntar alguna carta de recomendación y una carta de presentación en los que expongas tus progresos y perspectivas profesionales, recuerda que en muchos países explicar en una Cover Letter los motivos por los cuáles optas al puesto de trabajo es algo obligatorio, así que ante la duda, no dejes de redactar la tuya propia.

pasaporte

Seguidamente, infórmate por Internet de las oficinas de trabajo en el extranjero. Si tu destino se encuentra dentro de la UE, puedes acudir a la página web UERES en donde encontrarás numerosas ofertas laborales que pueden ser filtradas por países.

 

También puedes conectar con alguna agencia de trabajo en el extranjero especializada. Por regla general, se tratan de empresas que se llevan una comisión por conseguirte un empleo. Aunque el hecho de pagar porque te encuentren un trabajo no suena demasiado atractivo, sobre todo, si emigramos por carencias económicas, bien es cierto que es una estupenda manera de ahorrarte los primeros trámites y dar el salto de una forma mucho más estable y fiable. Otra de las ventajas de acudir a una agencia de colocación, es que no hace falta que tengas una residencia en el país de origen antes de solicitar el empleo, sino que puedes comenzar a buscar alojamiento después de haber sido aceptado y conociendo tu remuneración mensual, lo que te ayudará a vivir en un lugar acorde a tus ingresos económicos.

 

Una vez hayas seguido estos pasos, ya estás más listo para encontrar tu primer trabajo en el extranjero. Te deseamos mucha suerte!